No hay nada más cómodo que poder lucir un cuerpo perfectamente depilado de cara al verano, en playas y piscinas. No preocuparse de la depilación antes de hacer un viaje veraniego o no estar al tanto de si se ven pelos o no para poder ir a la piscina.
Todo ello se puede conseguir gracias a la depilación láser que ofrecemos en nuestra clínica estética de Zaragoza. Trabajamos con una técnica puntera y muy actual: el diodo.
Se trata de un método con el que los resultados se perciben desde las primeras sesiones. El proceso consiste en penetrar el láser en la piel, sin dañarla, hasta el folículo piloso, que dada la alta temperatura de esta tecnología, acabará destruyendo el pelo.
Con la finalidad de proteger la epidermis, este mecanismo tiene implícito diferentes momentos de enfriamiento.
Este tipo de depilación está igualmente indicado para pieles blancas y oscuras, y aunque no se puede tomar el sol ni 24 horas antes ni después de la depilación, dado el corto período de tiempo de restricción, puede llevarse a cabo también en la época veraniega, respetando estos tiempos de no exposición a la luz solar. Puede aplicarse sobre la piel bronceada, peor nunca sobre piel quemada o irritada.
El tratamiento de depilación láser diodo puede realizarse en cualquier parte del cuerpo: cara, axilas, ingles, piernas, espalda… El número de sesiones dependerá del tipo de piel y el tipo de pelo del paciente, y la frecuencia entre las mismas también, aunque deben existir siempre unos días de descanso entre una depilación y otra.
Por otro lado, la depilación láser siempre lleva implícito un cierto dolor en el tratamiento, especialmente durante las primeras sesiones, hasta que el paciente se acostumbra a esta sensación. La depilación con láser diodo es de las más indoloras, pero aun así existe la posibilidad de aplicar durante las primeras sesiones una crema anestésica para evitar cualquier tipo de sensación incómoda.