Cuando comienzan a aparecer los primeros signos de la caída del cabello, las personas afectadas empiezan a alarmarse y a pensar que su problema no tendrá solución. Sin embargo, existen actualmente diferentes técnicas para combatir la alopecia que resultan muy efectivas.
Dos de las técnicas más famosas son la FUE y la FUSS, que se aplican valorando en cada caso el grado de alopecia del paciente y sus particulares características.
A continuación explicamos más detalladamente en qué consisten estas dos técnicas para tratar la alopecia y cuáles son los resultados que logran.
Técnica FUSS
Esta técnica, también conocida como TIRA, es la más utilizada en los casos de alopecia severa, con un estado de calvicie avanzado.
Se trata de un tratamiento con cirugía pero se aplica únicamente anestesia local y, como la duración del proceso es de entre tres y cuatro horas, el paciente puede regresar a su casa en el mismo día.
Consiste en sustraer una tira del cuero cabelludo del lateral o la parte posterior de la cabeza, lugares en los que más pelo suele quedar en los casos de alopecia. Una vez sustraída la tira, se separan todas las unidades foliculares y se implantan en las zonas despobladas.
Técnica FUE
Por su parte, la técnica FUE es muy apropiada para los casos en los que la alopecia se encuentra en sus primeros estadíos. En este caso, y a diferencia de la técnica FUSS, las unidades foliculares se extraen una por una, y posteriormente se injertan en las zonas despobladas.
En este caso, el procedimiento es mucho más minucioso, ya que el grado de alopecia es menor y se puede trabajar de una manera más individualizada, llevando la cuenta exacta de las unidades foliculares que se extraen e injertan en el paciente.
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