La micropigmentación médica es una técnica que permite insertar pigmentos de tinta permanente en la piel, con fines estéticos o de cirugía reparadora.
La técnica de la micropigmentación
La dermopigmentación o maquillaje permanente se realiza con anestesia local y dura unas dos horas, sin ser necesaria una hospitalización del paciente.
En una consulta previa a la realización del tratamiento se debe estudiar la zona a tratar, y se debe elegir el color de la micropigmentación. Tras este diseño del tratamiento, se realiza la aplicación del pigmento que conlleva una semana hasta la cicatrización de la zona.
Posteriormente, es posible que la micropigmentación requiera algunos retoques, ya que el grosor de las diferentes capas de la piel es irregular y pueden existir diferencias entre partes diferentes de una misma zona tratada.
Micropigmentación facial
Si nos centramos en el rostro, las zonas más comunes y propicias en las que se realizan micropigmentaciones son los labios, las cejas y el eyeliner.
En estos casos, suelen tener una finalidad puramente estética. En el caso de las cejas, muchas personas, especialmente con el paso de los años, se ven con el problema de que su vello desaparece casi completamente. En estos casos, una micropigmentación de las cejas sirve para definir y destacar esta zona y evitar el efecto visual de verlas despobladas. La micropigmentación en labios y eyeliner se utiliza como método de maquillaje permanente para conseguir un efecto continuo de labios y ojos perfilados.
Micropigmentación corporal
En el caso de la micropigmentación en otras partes del cuerpo, la zona más común donde se practica en las areolas mamarias. Las situaciones que suelen requerir este tipo de tratamiento de medicina estética son las operaciones de aumento o reducción de mamas, en las que gracias a la micropigmentación médica pueden disimularse las cicatrices, o casos en los que debido una operación de cáncer de mama, sea necesario reconstruir la areola y el pezón.